dimarts, 22 de febrer del 2011

León Alado




Estaba yo en el aeropuerto de treviso, esperando para embarcar y me puse a escribir, rodeado de dos parejitas que ya me había encontrado en el vuelo de ida. Una de ellas no paraban de besuquearse y la otra se contagio o decidieron no ser menos, así que me puse los cascos, y sonó Goodnight, travel Well - The Killers.  Saqué mi libreta, le quite la tapa al bolígrafo y me puse a escribir. Puede que el texto este algo contaminado por el momento, vuelta a casa, el ambiente pasteloso de mi alrededor, la música... pero lo que logré escribir os lo dejo aquí, ahora intentaré ponerle música.


LEÓN ALADO



Ella tenia en su cara esa sonrisa pícara de inocencia madura,

el tren empezó a rodar, los paisajes le hacían soñar,
un destino especial estaba al llegar.

Canales, puentes y estrechas calles,

donde las palomas vuelan al pasar,
el carnaval estaba al caer, y las mascaras empezaban a florecer.

El cielo azul,

el león brillaba,
sus alas parecían listas para echar a volar.

Una pausa le hizo pensar,

un atardecer rojizo le hizo sonreír,
la plaza San Marco se fue a dormir.

Algo surgió en él,

un recuerdo volvió a su memoria,
recuperó la esperanza, volvió a creer que todo era posible.

El cielo volvía a ser azul,

el león volvió a brillar,
sus alas parecían listas para echar a volar.

Fueron ellos los que echaron a volar,

de regreso a su lugar.
 

Él pensó si aquello era lo correcto,
si le haría feliz.

Solo sabía que rendirse no entraba en sus planes,

un nuevo amanecer, había esperanza...

El cielo seguía azul,

él volvió a brillar,
estaba listo para echar a volar.